Necesito estar seguro de que el problema está en lo que imagino, y no en mis juguetes, que me esperan donde los dejé, hasta la mañana siguiente, o en mi ropa que abandoné sobre la mesita. Mis manos, sin saberlo, abollaron la ropa de tal modo, que aparecieron rostros arrugados, fantasmales, que me miran durante la noche, y a quienes no me atrevo a mirar. Necesito asegurarme que yo mismo, Serafín, inventé esos monstruillos, y que yo soy, el único capaz de emitir un ruido, y también de escucharlo. Que estoy tan sólo aquí, que soy el único capaz de perturbarme, y que sólo así puedo atraer al sueño.


2 comentarios:
viole que hermoso blog.
che te amo
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