domingo, 19 de julio de 2015

Siempre allí en el verbo, queriendo definir en qué estamos
antes de entrar.

Haciendo las cosas por opuestas, o en pos de.. Por imitación, por repetición, por descarte, por hábito, o por costumbre a la falta de hábito, por ocultar  o llamar la atención (y esto último no es más peor que el resto de los por).  

Nunca en la cosa por la cosa
Nunca en mi-
materia.

Nunca en el limite. Cuando creo que estoy en lo que hago, sólo admito una parte de la acción (en tanto esa parte admitida, me asegura cierto confort ) ,  buscando compensar el equilibrio (el de la acción y el mio en ese momento) 

El sacrificio por la acción no la evoca,  Siendo ésta un punto, y el contorno,  amplitud desconocida. ¿Cómo permanecer en lo mismo con el mínimo gesto, el mínimo sonido, el mínimo movimiento, la mínima palabra?
La gota más pesada, 
cómo saber si  estallará?


Qué se agota? Qué me agota? Quién agotó tan rápido el deseo? 

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