martes, 21 de julio de 2015

Corre hasta el borde del acantilado y tírate; mientras caes, fabrícate unas alas. 


Es la consigna de Ray Bradbury. Desde que la leí me resuena , probablemente porque no la pongo en practica casi nunca. Hoy mientras hablaba, me hicieron dar cuenta de que estaba hablando diferente. Si, no supe por qué y me encantó , se me soltó la lengua.

Después me subí al 110, en el asiento del fondo de la ventana. Saque el celular, abrí la herramienta "Notas" - muy útil en mi vida- y con la idea del acantilado, empezé a escribir, hasta que me baje del bondi en malabia y padilla: 

Hay algo cada vez mas desgastado cuando hablo de lo mismo. Si me apuraran para que sintetize en dos palabras, Q es él? diría "es todo". luego me iría caminando, masticando esa cosa borrosa de nosé qué dije , nosé qué de lo que dije me pertenece y qué es la mera repetición de un hecho. Me gusta la yo verborrágica, escandalizada que detiene todo a su alrededor, para mirarte y llenarte los ojos, darte eso que soy.
Vaguedad. Todo se parece a la mierda cuando intento usar palabras bonitas. Todo los colores son marrón caca cuando quiero decir la cosa exacta, con la mueca exacta en el momento ideal. Qué tanto preámbulo obedecemos nosotros, que al primer impulso de meter el dedo en la carne, no podemos ir a fondo, y desacatamos al tan preciado copete , gritando cosas como:
Que bárbaridad! Urra!! Re groso Vamo las putas Aguante todo Ayyy owwe soy re nerd ayyy owwww soy re heavy re jodido Ayyyy ooow loquita re zarpada

Admiro al vendedor ambulante que subió al bondi. Hace mas de diez minutos que esta hablando mientras yo escribo. Intenta vender 3 pares por 10, llenando las dudas de todos con geniales frases , que cuando se le acaban, dobla la ceja derecha como alambre , mientras la izquierda le babea sobre el parpado, y muy serio clava su ojo mocho en el mio, mas desconfiado y dice, "Mirá que puño. Esto no lo encontras ni en las mejores casas eropeas" .


Todo para la dama y el caballero, el hijo, el perro , el arbolito de navidad, la suegra, y un millón de etcéteras capitalizados. Tiene claro qué está vendiendo, a qué costo y a quién. Entonces me vuelvo a preguntar, Qnecesidad de habilitar lo que queremos desde el preámbulo? En el mejor de los casos, nos dará el pie para repetir eso que nos dijeron que somos? Sin aliento, ni jugo, ni secuelas. Puras patrañas




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